domingo, abril 10, 2005

EL HELLBLAZER DE MIL PESETAS

John Constantine está de moda a raíz de la película (que no pienso ir a ver; no me interesan las adaptaciones de tebeos a la gran pantalla). Es una serie que conocí mal cuando en España la editaba Zinco, hace la repera de años. En aquel tiempo yo estaba colgado con Sandman y con Prince Valiant (ediciones B) y Hellblazer tuvo corta vida editorial (díganme si miento, no me acuerdo bien). A pesar de todo, tengo en Murcia un ejemplar de aquellos, y algunos tomicos “prestige” comprados cuando regresé para el doctorado (¿ya eran de Norma?). Ahora que en Juaritos han abierto una librería que trae todos los tebeos mainstream usacas, estoy empezando a seguir algunas coleccioncillas como Wonder Woman o esta Hellblazer. Bueno, la serie me gusta porque me recuerda vagamente aquellos tebeos de la Warren, porque la Warren también tuvo series con protagonista fijo, editadas en relatos cortos en sus Creepy, Vampirella, Eerie y et cetera. Han pasado treinta años, y ahora aquella estética (y otras, y otras, no voy a ser tendencioso) ya son mainstream, o sea, al alcance de cualquier hijo de vecino de Illinois y de las Torres de Cotillas. Me ha gustado encontrarme en la primera viñeta con una cita de Oscar Wilde que yo conocí por Jim Thompson en Pop 1280 (1280 almas en román paladino y Bruguera Libro Amigo): Each man kills the thing he loves. Fantástica frase, ¿verdad? Yo creía que era de Thompson, but nope. Pero Thompson deja que el sheriff protagonista de su fantástica novela la suelte así, sin darle créditos a Oscar Wilde en la página 119 de la novela (edición de Vintage Crime/Black Lizard, New York, 1990), antes de vaciar el cargador de su rifle en un mendigo. Por cierto, fíjense que acabo de consultar la página 119 de este libro y, ¿qué creen que me he encontrado? ¡Un billete de mil pesetas! ¿Qué demonios hace ahí un billete de mil pesetas entre Wilde y Thompson vía John Constantine en un libro de la colección Black Lizard? Y además, ¿qué hago ahora con un billete de mil pesetas que debí gastarme hace tanto tiempo en unos Ducados regados con buen bourbon en mi querido café-bar Itaca? Lo más curioso de todo radica en que no es la primera vez que sucede: recientemente, en otro libro encontré 200 dólares. ¿Por qué encuentro ahora el billete de mil pesetas? ¿Tendrá algo que ver con la cita de Oscar Wilde que leí por primera vez en esta novela de Thompson? ¿Tengo poltergeist en casa? ¿Telefoneo a Martin Mystere o a Dylan Dog?

En cuanto a Hellblazer # 205, se lee con gusto. Bonita portada de Tim Bradstreet. De no ser por Constantine, ahora sería mil pesetas más pobre. Qué guay.

Hellblazer # 205 (April 05). Guión de Mike Carey. Dibujo de Leonardo Manco. (***, de 4).

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