miércoles, julio 13, 2005

TÉCNICAS DEL GUIÓN VII Y VIII: UNIDAD Y EXPOSICIÓN.

Adjunto dos nuevas entradas sobre las técnicas del guión de cine. Creo que empieza lo más interesante a este respecto. Ya saben, esto es un resumen de Howard y Mabley, The Tools of Screenwriting, St. Martins Press, New York, 1995. Aquí les pongo, para adornar, una foto de mi querido Billy Wilder, de quien tengo un blogo pendiente sobre sus memorias. Ya saben que Wilder fue uno de los grandes escritores y directores de la historia del cine. Si puedo elegir, elijo siempre una foto de mi homenajeado disfrutando del hecho de fumar. Políticamente incorrecto, pero en mi casita impongo mis reglas. (Que conste que esto no es publicidad del tabaco, cosa muy mala: FUMAR MATA. Al pobre Billy Wilder también lo mató, a la tierna edad de 96 años).

7. Unidad (Unity, pp. 58-9).

Aristóteles escribió sobre la poderosa tendencia de los trágicos a someter sus tramas a tres unidades: la de acción (una sola acción importante), que se desarrolla en un solo lugar (unidad de lugar) durante unas cuantas horas, o como mucho en un solo día (unidad de tiempo). Estas tres unidades, no hay que olvidarlo, eran una consecuencia de las características físicas de la representación durante el siglo V ateniense.

El escritor de películas sólo puede aspirar a respetar una sola de esas unidades, la unidad de acción. El respeto del cine por la unidad de acción conduce a la necesidad de un claro protagonista. La historia sigue al protagonista en busca de su objetivo.

La película se convierte así en una secuencia de acontecimientos que conducen a la persecución activa de ese objetivo por parte de ese protagonista.

Es del todo posible, aunque infrecuente y con pocas probabilidades de éxito, que una película respete las unidades de tiempo y lugar (los autores remiten a los análisis de Rashomon y Diner). En esta clase de películas no hay un solo personaje central cuyos avatares seguimos, ya que en vez de esta unidad tenemos un lugar alrededor del cual se centra la acción (como en Diner o Nashville). Dentro de este contexto social y atmosférico la audiencia participa de las distintas historias de diversos personajes que se entrelazan. Cuando la película gira en torno a la unidad de tiempo (como en Rashomon), un suceso se convierte en el epicentro de la historia. Las distintas perspectivas acerca de ese acontecimiento no hacen que la solidez de la historia se desvanezca.

8. Exposición (Exposition, p. 60).

Aquellos acontecimientos del pasado de los personajes que son desconocidos por la audiencia a veces resultan fundamentales para comprender la historia. Son acontecimientos que ocurrieron antes de que la película comenzara, a veces en el pasado remoto, a veces se trata de deseos o sentimientos, o de las circunstancias específicas que configuran el mundo de la historia y que ayudan a crear la premisa de la historia.

El problema de la Exposición consiste en que sólo es necesaria para la audiencia. No se trata de lo que los personajes necesitan saber en su propio beneficio durante el transcurso de la historia. La mayor parte de las veces, la Exposición revela al espectador cuanto los personajes ya saben (su propio pasado y circunstancias), pero que nosotros debemos conocer también para entender la película con toda intensidad. Se trata de una técnica narrativa más que de una técnica dramática. Debe ser usada con cuentagotas, ya que un exceso de Exposición podría aburrir a la audiencia, que capta lo esencial de una situación sin ser sometido a una cantidad extensa de información preliminar.

La Exposición ha sido usada por los dramaturgos desde el origen del teatro, y siempre de muy diversas formas. Entre los griegos, el prólogo o el coro informaban de los antecedentes; a veces, como en Sunset Boulevard o Double Indemnity, ambas de Billy Wilder, un narrador en primera persona nos hace conocedores de los antecedentes.

Algunos consejos para no fracasar a la hora de insertar la exposición dentro del guión:

1. Eliminar la Exposición que no sea esencial para la historia o que pronto saldrá a relucir en el curso natural del relato.
2. Presentar la Exposición en escenas que contengan conflicto, y de ser posible, humor.
3. Aplazar el uso de la Exposición lo más posible en el transcurso de la historia, y entonces hacer uso de ella en el momento en que pueda ser de mayor relevancia dramática.
4. La Exposición se proporciona con cuentagotas y no con cuchara.

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