miércoles, mayo 31, 2006

VALERIAN I Y II

Hace un par de años, en la popular calle Donceles de México D.F. encontré un puñado de tebeos de Alix y Valerian en una catacumba. Digo que era una catacumba porque la calle Donceles es la calle de las librerías de viejo del Distrito Federal, pero no estamos hablando de cualquier librería de viejo. Estamos hablando de grandes y antiguos caserones transformados en librerías de segunda y tercera mano, antros donde las estanterías llegan a un altísimo y lejano techo, librerías donde todos los libros están milagrosamente ordenados por autor y orden alfabético y donde puedes encontrar verdaderas gangas, pero donde una primera edición Aguilar de las Obras de Shakespeare no te baja, compadre, de los 500 dólares. Una calle rara, pululada por multitud de aves de variado pelaje hurgando en los libreros desbordados o en las mesas repletas de montañas de papel viejo ante la atenta mirada de dependientes con el visaje torcido con los que no se regatea el precio y que, si pudieran, te estrangularían en la trastienda y te convertirían en albóndigas para el almuerzo. En uno de esos caserones, en un recinto tan estrecho que alguna vez debió de ser una alacena o un baño, olvidados y dormidos sobre un anaquel y recubiertos de una capa espesa de polvo de años, encontré unas ediciones en francés de siete álbumes de Valerian, agente espacio-temporal, y dos Alix de Jacques Martin. Y una rareza desconocida para mí: el álbum Los guerrilleros, de Jesús Blasco, editado en 1972 por Editorial Pala como número 1 de su colección Años de Oro. ¿Es necesario decir que los compré?
Viñeta de Les mauvais Reves.
El primer álbum de la serie Valerian fue Les mauvais rêves, historieta editada entre 1967 y 1968 en la revista Pilote y sólo fue editada en álbum en 1983 (es uno de los tomos que conseguí en la catacumba defeña). El primer álbum oficial de la serie es La cité des eaux mouvantes (en español La ciudad de las aguas turbulentas), una obra donde todavía el dibujo de Meziéres no se despliega con toda su madurez, una madurez que artista y serie fueron desarrollando paulatinamente. Hay que tener en cuenta que Les mauvais reves era un álbum excelentemente dibujado, pero con un trazo excesivamente caricaturesco, y durante los años siguientes Meziéres y Christin fueron modificando su obra haciéndola crecer en madurez a medida que crecían los propios lectores de Pilote, una revista que a partir de los hechos violentos del mayo francés de 1968 pasó de ser una revista juvenil a una publicación para adultos, por lo que todas sus series sufrieron un replanteamiento de contenidos y de estilos. Les mauvais rêves no es un mal cómic, pero el abismo que existe entre este primer Valérian y los siguientes hizo que el tebeo quedase inédito en álbum durante quince años seguidos y sólo fuera publicado dentro del tomo homenaje que la editorial Dargaud dedicó al dibujante: Meziéres, y donde además de esta primera aventura aparecen otras historietas cortas de distinto calado y origen.

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