sábado, septiembre 09, 2017

RIP KIRBY

Con mucho retraso he leído los tomos 11 y 12 que en su día sacó Planeta DeAgostini de Rip Kirby, aquella obra maestra que comenzó a dibujar Alex Raymond hasta su triste fallecimiento en accidente automovilístico donde le acompañaba el también dibujante Stan Drake, creador gráfico de la serie The Heart of Juliette Jones (y no Harold Foster, como puede leerse por ahí). Desde pequeñajo he lamentado la temprana muerte de Raymond, quien falleció con solo 46 años (que en mi infancia se me hacían un montón de años; ahora rebaso en tres aquella edad y me parece, como es natural, que Alex murió muy joven). Desde pequeño fui un devoto de Flash Gordon, y un interesado lector de Jungle Jim y de Secret Agent X-9, series en las que también Raymond dejó su impronta. Me acuerdo de haberme gastado un pastón en el X-9 de B.O que publicaron con viñetas ampliadísimas. A Rip Kirby lo descubrí pronto, por un retapado de Burulán que publicaba algo de Mangler el Triturador, malo  malísimo de la primera etapa de la serie. Lo malo de Burulán (que siempre se presentó como editorial de lujo) era el remontaje de las tiras, la amplificación de viñetas y los colores horribles. Luego leí las historietas que publicaba la revista Chito en especiales en blanco y negro. Con mayor humildad, en blanco y negro, Rip Kirby me acabó gustando mucho. 

Como es bien sabido, a Raymond le sucedió John Prentice, excelente dibujante, mas no genio del pincel y la pluma. Sin querer demeritar a Prentice, cuyas muestras acompañan esta entrada, hay que decir que su mayor virtud y mayor defecto fue el ser más Alex Raymond que Alex Raymond. Un lector poco advertido, escasamente detallista, nunca podría darse cuenta de que el dibujante original había sido sustituido por otro. Sin embargo, el genial imitador que fue Prentice, maravilloso y versátil dibujante que procedía del comic-book, nunca evolucionó en su estilo. ¡Ah-migo! Si algo tenía Alex Raymond desde que la primera página de Flash Gordon a la última tira de Rip Kirby es que fue pasando por muchas fases, registros y estilos.  Alex Raymond siempre fue muchos Alex Raymond, pero John Prentice siempre fue un imitador superdotado de un Alex Raymond meticulosamente reproducido.
Esta circunstancia, lejos de ser un defecto, es un goce visual. Los guiones de las historias del detective cuatro-ojos de Nueva York correspondieron al principio a Ward Green, y más tarde a Fred Dickenson. Este último perdió con respecto al primero la turbiedad de algunas tramas y personajes, y se esforzó por escribir unas historias más para toda la familia, llenas de humor, peripecia y mujeres hermosas, una mezcla de novela enigma, novela negra y costumbrismo. Los lectores de los períodicos usacas de los años 50 y 60 se encontraban, día tras día, con una serie exquisitamente dibujada que daba gusto mirar, llena de detalles en los que poder recrearse. Por ejemplo, lean las tres tiras que he colocado bajo el primer párrafo, cómo Dickenson y Prentice nos introduce poco a poco en el misterio de la búsqueda de una señorita que se esconde del mundo. Hasta que nos damos cuenta, parece que el tío Rip anda buscando con quién ligar (lo cual nunca busca, pero siempre encuentra).
¡Gozosa ha sido la lectura de estos dos tomos, por Baco! Hay aventuras un poco marcianas. Por ejemplo, una donde Dickenson y Prentice embarcan a Rip Kirby y al bueno de Desmond, su mayordomo regenerado que en otro tiempo fue carterista, en una historia de ciencia ficción que transcurre en Nueva Atlántida, un mundo paralelo que retrata una Atlántida futurista. Son las imágenes que pueden ver sobre estas líneas. Toda la historia tiene un aire gagá heredado de Alex Raymond, pero también de Al Williamson, que fue, como Prentice en Rip Kirby, el más digno y aventajado emulador del trazo raymondiano en la célebre space-opera.  Uno diría que esas tiras están dibujadas por Williamson. 
Las historias son estupendas, aunque poco tienen que ver con el amargo género negro que nos gusta a algunos. Otra historia un poco ñoña, solventada gracias al  talento narrativo de Dickenson y al visual de Prentice es La corona robada, donde las ñoñas hermanitas Mumu y Tutu Amour compiten por la corona de de un baile de beneficiencia. Rip Kirby fue una serie llena de glamour, humor, intriga y aventuras; por no hablar de chicas estilizadas como Toledo Steel, Marva, Gladis Gibson o Anne Linten. Buenos e inteligentes diálogos, y la prodigiosa documentación fotográfica de Prentice para crear personajes de una pieza, que no se repiten de aventura en aventura, sino que son únicos en esta saga que, tras la muerte de Raymond, consiguió seguir manteniendo un elevadísimo nivel gráfico y literario. El tomo 12 fue el último publicado en España. Afortunadamente para los que leemos inglés, la excelente edición de IDW está reeditando Rip Kirby desde la primera tira de Raymond y acabo de comprar el tomo que publica las aventuras de este detective justo donde lo dejó Planeta DeAgostini. Ya lo tengo en mis manos: un volumen de tapa dura, excelente papel y muy buena reproducción a buen tamaño. Estoy pensando muy seriamente volver a comprar en esta edición toda la etapa de Alex Raymond. Ya veremos. 

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